Un nuevo tratamiento de diabetes tipo 2 consigue prdida de peso
Se calcula que, en la actualidad, la diabetes afecta al 13,8 por ciento de la población española, alrededor de 6 millones de personas, de los cuales el 45 por ciento no sabe que padece la enfermedad y no cuenta con ningún tipo de tratamiento.
La alianza en diabetes formada por Bristol-Myers Squibb y AstraZeneca ha presentado en Madrid un nuevo tratamiento para la diabetes tipo 2 que ya está disponible en España tras la aprobación de la Comisión Europea. Se trata de Forxiga -cuyo principio activo es la dapaglifozina- que, hasta el momento, es el primer y único medicamento perteneciente a la familia terapéutica de los inhibidores del cotransportador 2 de sodio-glucosa (SGLT2).
"El nuevo tratamiento actúa de forma totalmente independiente de la insulina y proporciona una nueva herramienta para mejorar el control glucémico de los pacientes con diabetes tipo 2", explicó Esteban Jódar, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirón, de Madrid.
Su aprobación se ha basado en los resultados obtenidos en un amplio programa de desarrollo clínico formado por once estudios en los que participaron 5.693 pacientes con diabetes tipo 2 de todo el mundo, de los cuales 3.939 recibieron dapaglifozina.
En los ensayos clínicos se observó que, en comparación con el uso de placebo, una proporción mayor de enfermos tratados con dapaglifozina lograban reducir los niveles de hemoglobina glucosilada hasta un 7 por ciento o menos. Sin embargo, su principal beneficio radica en que "es el primer antidiabetico oral que ayuda a controlar el peso. Hay una relación directa entre diabetes y obesidad y, normalmente, el control de peso en pacientes con diabetes supone una dificultad mayor. En la gran mayoría de casos, el paciente con diabetes tipo 2 presenta sobrepeso u obesidad; por ello, si pierde peso, probablemente será más sensible a la insulina", indicó Josep Franch, médico de atención primaria del Área Básica de Salud Raval Sur, de Barcelona.
"En un periodo de 26 semanas de tratamiento, la pérdida de peso suele estar en torno a unos 3 ó 4 kg. Sin embargo, lo más importante es que esta pérdida se mantiene durante el tiempo que dura el tratamiento", explicó Elena Martínez, responsable del área Cardiovascular y Metabolismo del Departamento Médico de Bristol-Myers Squibb.
Los estudios han demostrado que el tratamiento mantiene su eficacia desde niveles iniciales de la enfermedad hasta fases avanzadas en las que es necesario, en muchos casos, el uso de insulina; sin embargo, "en situaciones de insuficiencia renal, moderada o avanzada, el tratamiento pierde eficacia y es el grupo en el que su uso está contraindicado", reconoció Jódar.
Además, "se ha visto que el uso continuado de la dapaglifozina puede provocar efectos adversos, como hipoglucemia o infecciones de orina, que no motivan, en ningún caso, el abandono del tratamiento por parte del paciente".
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